Nací un 4 de agosto de 1950, en la Santa
Cruz de antaño, esa donde todavía se escuchaba el sonido de los grillos entre
las siestas y la gente se saludaba como si se conociera de toda la vida. Fui
niña de colegio de monjas, el Santa Ana, y más tarde, la vida me llevó lejos…
Canadá, Estados Unidos, donde estudié enfermería. Pero la palabra siempre me
llamó más fuerte.
Nunca imaginé que un día escribiría sobre
un grillo con forma humana llamado Benjamín, que recorrería el país enseñando a
cuidar la naturaleza y a escuchar el canto del bosque. Lo que empezó como una
historia de amor por los árboles y los sueños de los niños, terminó
convirtiéndose en una saga que se lee en escuelas, en casas, en plazas. Escribo
para que no se pierda la magia, para que la lectura sea un juego que nos salve.
He tenido la dicha de entregar mis días a
los libros: fui vicepresidenta y soy presidenta de la Cámara del Libro de Santa
Cruz. Creé el Centro Benjamín, y con
él nació el Benjabús, nuestra
biblioteca móvil, y hasta un revistero
público, el primero en Bolivia, para que nadie tenga excusas para no leer.
Hoy, desde la Secretaría Municipal de Cultura, sigo
creyendo que un libro puede cambiar el mundo. Si uno solo de mis cuentos
despierta en un niño el deseo de proteger un árbol o escribir su propia
historia, entonces he hecho mi parte.
Romiari reta/ Parlasiñani/ Parlakuy
Sus libros son muy interesantes, al igual que su biografía
ReplyDeleteMaría Sarah demuestra que los libros sí transforman vidas. Su historia, su grillo Benjamín y su lucha por la lectura son pura inspiración.
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