PLACIDO MOLINA MOSTAJO


 Mi nombre es Plácido Molina Mostajo. Nací en Santa Cruz de la Sierra el 11 de octubre de 1875, fruto del hogar de Juan de Dios Molina y Esther Mostajo. Desde muy joven, la vocación por el estudio, la historia y la justicia marcaron el rumbo de mi vida. Me gradué en Derecho en 1899 en la Universidad Santo Tomás de Aquino, futura Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, casa de estudios que años después tendría el honor de dirigir como rector.

Fui historiador, geógrafo, abogado, magistrado, poeta y profesor. Pero más allá de los títulos, mi compromiso siempre fue con el desarrollo y la identidad de mi tierra. Participé activamente en la vida cívica y cultural de Santa Cruz y otras regiones del país: fundé la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos, el Club de Tiro y Gimnasia, y la Sociedad Católico Literaria. En Riberalta, promoví la formación de la Iglesia y fundé el Club Progreso. En Sucre, organicé el Centro Oriental.

Fui coautor del célebre Memorándum de 1904, un llamado visionario por la integración del oriente boliviano al resto del país a través del ferrocarril. En la magistratura, desempeñé funciones como presidente de la Corte Superior de Justicia y ministro de la Suprema Corte. A lo largo de mi vida, me tocó defender con ardor la autonomía universitaria, la historia de Santa Cruz y la dignidad del pueblo oriental.

Entre 1906 y 1909 viví en Buenos Aires, donde profundicé mis estudios históricos y recopilé documentos valiosos sobre el pasado virreinal y la secesión de Charcas. Gracias a esa investigación, demostré que el levantamiento cruceño ocurrió el 24 de septiembre de 1810, un año antes de lo que se creía entonces.

También dediqué mis días a la enseñanza: fui profesor de Historia y Literatura en el Colegio Seminario y catedrático en la Facultad de Derecho. Más allá de la academia, ejercí la abogacía y la dirección de prensa, y participé activamente en tareas de investigación nacional, como la Comisión de Límites con el Paraguay.

En el ámbito literario, escribí más de 2000 poemas, algunos de ellos recopilados en mi obra Sonetos. También publiqué ensayos, conferencias, artículos de prensa y libros históricos. En 1908, junto a Emilio Finot, edité la antología Poetas bolivianos, y en 1936, publiqué Observaciones y rectificaciones en respuesta al intento de desfigurar la identidad cruceña.

La historia fue mi mayor pasión. Me propuse rescatar la memoria de figuras clave, como el obispo José Belisario Santistevan, sobre quien escribí una biografía pese a los grandes desafíos documentales que enfrenté. Mi vida fue testigo del nacimiento de nuevas instituciones y del fortalecimiento de las antiguas; fui parte de la transformación intelectual de Santa Cruz, de la defensa de su historia y del reconocimiento de su futuro.

Fallecí el 4 de enero de 1970. Pero confío en que mis escritos, mis luchas y mis ideales sigan inspirando a nuevas generaciones que, como yo, sueñen con una Bolivia más justa, más integrada, y profundamente orgullosa de su historia y su cultura.



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Romiari reta/ Parlasiñani/ Parlakuy

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